20 de diciembre de 2007

La hora del pesebre, en la antigua Lebrija

Cuando llegaba diciembre, el momento más importante era la construcción del pesebre, que tenía varios procesos y momentos. Uno importante era la preparación del rancho o cueva del nacimiento. En primer lugar, comprar un nacimiento o hacerlo, que dependía de las condiciones económicas de las familias. Se compraban unas "familias del nacimiento", que eran inicialmente de madera, barro o yeso, las cuales eran pintadas. Venían en diversos tamaños. Y obvio, de distintos precios.

Después aparecieron otros en plástico y caucho, más baratas y resistentes. La construcción del rancho se hacía con pequeños palos, paja, flores de caña o cartones pintados. Y si es escogía la gruta, se construía con papel de estraza color tierra. Para los ríos se empleaba papel brillante, alguno recolectado de los cigarrillos (Viginia o Pielroja), los más comunes. Igual se empleaba papel transparente, que doblado y arrugado daba una sensación visual que imitaba el agua. El cielo se imitaba con papel celeste sobre el cual se pegaban estrellas recortadas de un papel brillante color oro.

Las tres figuras básicas del belén tradicional (de izquierda a derecha, San José Obrero, el Niño Jesús y la Vírgen María).

Las tres figuras básicas del pesebre tradicional

Desde cuatro o cinco días antes los niños salían a buscar musgos. Sobre el viejo camino a Cantabria, por ejemplo, se recogían musgos verdes o grises, o musgos colgantes de los árboles. Los primeros se empleaban para simular los pastos o pisos de bosques. Los musgos largos o pelos de árbol se usaban para adornar el árbol de navidad. También se acudía al papel de color verde para simular los pastizales.

Alegraba la caminata de búsqueda de musgos, rocas, plantas y chamizos para hacer el árbol, la oportunidad de comer algunas frutas. Y cuando la ocasión se daba, pues a comer hicacos o sarrapias, o bien piñuelas o, de perdida, alguna mandarina, guama o naranja. Frutas que no eran muy comerciales y, por lo tanto, eran obsequiadas a los viandantes. Excepto las últimas tres mencionadas, las demás frutas están prácticamente desaparecidas.

La construcción del pesebre generalmente estaba a cargo de la madre de la casa y los hijos. Los padres muy poca actividad ejecutaban. Tablas, cajones, tarros metálicos de galletas, ladrillos y otros elementos eran parte fundamental de la estructura. El centro del retablo lo constituía la escena de la sagrada familia: José, María, sin el niño, que sólo se colocaba el 25 de diciembre. Cercano no podían faltar el burro y el buey, y una cantidad grande de ovejas y los correspondientes pastores. Según los días, se ubicaban los tres reyes magos y sus correspondientes camellos. En fin, un abigarrado mundo animal, y viviendas aisladas, que inicialmente representaban el mundo rural. Luego se fue haciendo dominante el ambiente urbano en los retablos o pesebres.

Inicialmente no se usaban luces de navidad, como ahora; máximo unos bombillos pintados que se colocaban al fondo, para que brindaran una luz tenue. El árbol era vestido con algodón, para simular la nieve y del mismo se colgaban adornos hechos en el hogar. Cuando todos habían participado, finalizaba la tarea en avanzadas horas de la noche, y se remataba la faena con una taza de agua de panela caliente y un pan con un trozo de queso.

Llegado el 15 o 16 de diciembre se abría a los vecinos para que lo admiraran, y en las noches se rezaban rosarios o novenas. Con el pesebre se daba inicio a las fiestas navideñas. En los hogares.


Ilustración: http://inciclopedia.wikia.com

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