21 de noviembre de 2010

Un cuento de burros...

Anónimo


En una oportunidad se le preguntó a un consultor financiero qué es lo que había pasado en la crisis financiera global y cómo lo podría explicar de la manera más fácil posible. Este consultor respondió de la siguiente manera:

Un señor se dirigió a una aldea donde nunca había estado antes y ofreció a sus habitantes 100 euros por cada burro que le vendieran. Buena parte de la población le vendió sus animales. Al día siguiente volvió y ofreció mejor precio, 150 por cada burrito, y otro tanto de la población vendió los suyos. A continuación ofreció 300 euros y el resto de la gente vendió los últimos burros. Al ver que no había más animales, ofreció 500 euros por cada burrito, dando a entender que los compraría a la semana siguiente y se marchó. Al día siguiente mandó a su ayudante con los burros que compró a la misma aldea para que ofreciera los burros, esta vez a 400 euros cada uno.

Ante la posible ganancia a obtener la semana siguiente, todos los aldeanos compraron sus burros a 400 euros y quien no tenía el dinero lo pidió prestado. De hecho, compraron todos los burros de la comarca. Como era de esperar, este ayudante desapareció, igual que el señor, y nunca más se les vio.

De inmediato, la aldea quedó llena de burros y de endeudados. Los que habían pedido prestado, al no vender los burros, no pudieron pagar el préstamo. Quienes habían prestado dinero recurrieron al Ayuntamiento diciendo que si no cobraban, se arruinarían ellos; entonces no podrían seguir prestando y se arruinaría todo el pueblo.

Para que los prestamistas no se arruinaran, el Alcalde, en vez de dar dinero a la gente del pueblo para pagar las deudas, se lo dio a los propios prestamistas. Pero éstos, ya cobrado gran parte del dinero, no perdonaron las deudas a los del pueblo, que siguió igual de endeudado. El Alcalde dilapidó el presupuesto del Ayuntamiento, el cual quedó también endeudado. Entonces se pide dinero a otros ayuntamientos; pero éstos le dicen que no pueden ayudarle porque, como está en la ruina, no podrán cobrar después lo que le presten.

Resultados:
Los vivos del principio, forrados de dinero. Los prestamistas, con sus ganancias resueltas y un montón de gente a la que seguirán cobrando lo que les prestaron más los intereses, incluso adueñándose de los ya devaluados burros con los que nunca llegarán a cubrir toda la deuda. Mucha gente arruinada y sin burro para toda la vida. El Ayuntamiento, igualmente arruinado.

¿Qué pasó al final? Para solucionar esto y salvar a todo el pueblo, el ayuntamiento bajó el sueldo a sus funcionarios."

Esta historia está inundando Internet hace más de un mes. Impactante historia que propone una contrastación que, desafortunadamente, se asemeja a la realidad; una realidad que debemos contribuir en cambiar.

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