25 de enero de 2011

¿A dónde va Fernando? ¡Por la 'gorda'!






Por Koestler


Sí por la gorda licitación con la cual favoreció un proceso de monoplización de las cafeterías que atienden a estudiantes y profesores en las instituciones públicas. Este es uno de los grandes ''logros'' administrativos del alcalde de Bucaramanga, don Fernando Vargas.

Como alumno aventajado de Uribe Vélez, se trasnocha con el hecho de que pequeños emprendedores ganen el ingreso suficiente para alimentar a sus familias. Y si el 'uberrísimo' ex-pre hasta monopolizó las basuras y pretendió expulsar de las calles a los recicladores, con la consiguiente práctica de favorecimiento del negocio de sus hijitos, ahora el segundo lo aplicó en el área de servicios alimentarios de los centros educativos.

La tal 'licitación' cayó en manos de una gran empresa ubicada... en Bogotá. Donde facturan la comida que se enviará a las cafeterías de la capital departamental. Supuestamente tomó dicha medida con el fin de aplicar un mecanismo de control a los alimentos que se expenden a los usuarios. Pero una cosa es regular, y otra, muy distinta, es monopolizar.

Con este criterio, sólo los grandes pueden vender comidas pues el supuesto implícito está en que los pequeños no cumplen con las normas sanitarias mínimas. Como tampoco la cumplirían los paneleros, los productores artesanales de vinos, los de empanadas, papas rellenas, los campesinos con sus gallinas criollas, etcétera. Sólo existe espacio sanitario para los Kentucky fried chicken, y otros negocios similares. Es una gran falacia del uribismo antidemocrático...

Una pequeña pregunta al respecto es ¿cómo van a cumplir con la ley de alimento sano, expedida por el gobierno para que a los estudiantes se les brinden alimentos con base en frutas y verduras como mecanismo para combatir la obesidad de la población? ¿Enlatados, sin variedad alimentaria, de baja calidad, gaseosas, acaso? Indudablemente estas preocupaciones no son las que inspiraron tan inconveniente medida.

Los lebrijenses vemos una curiosa similitud entre la manera como fue marginado un ciudadano nuestro mediante una 'licitación' para favorecer una empresa foránea, con el proceso de Bucaramanga. E igualmente constatamos cómo en ambos casos se genera desempleo local. Por ejemplo, en nuestro municipio se dejaron sin ingresos a 25 mujeres cabeza de familia, muchas de las cuales producían para que se le suministrara la comida a sus hijos... y no los intoxicaron... Recuerden, que es un ejercio sano mental: recordar, recordar... Tengamos presente las veces que nuestros hijos han sido intoxicados. ¿Pasará lo mismo en Bucaramanga? No se puede excluir totalmente. Es más, existen grandes posibilidades de que suceda.

Además de lo comentado, de las personas que quedan sin empleo y sus familias sin ingresos, queda otra infame consecuencia del atropello del 'gordófilo' alcalde bumangués: y es que los colegios y escuelas pierden la fuente de recursos para el aseo de estos lugares de formación. Y ahora deberán ser los padres de familia quienes aporten más dineros... mientras engordan las arcas del alcalde y la empresa de Bogotá. Por lo pronto, la empresa que 'ganó' la licitación subió en algunos casos el arriendo de las cafeterías hasta en un ¡300%!

Pero tranquilos. No les queden dudas, en su acusiocidad el alcalde Vargas estará muy preocupado por su CVY. Pero no sean mal pensados, no es lo que ustedes, amables lectores pudieron pensar: no es el Cómo Voy Yo, ¡qué va!, sino el CVY, de ¡Cómo Vigilo Yo!, pues no lo dude, el alcalde cumplirá fielmente con su misión.

Porque, es claro, el alcalde de marras es un adicto a las gordas... como la gorda de Botero...

Si no lo creen, entonces, ¡Averígüelo Vargas!






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