6 de mayo de 2011

Los terroristas... más peligrosos de Colombia

Nota: Como la palabra terrorista se usa para todo, le da a uno miedo emplearla para designar algo. Pero si nos atenemos a la definición en voga sobre terrorismo, y cito: 'Forma violenta de lucha política mediante la cual se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de temor e inseguridad, y, además le agregamos la visión que al respecto tiene nuestro más grande humanista, gramático, miembro de la academia y protector del país, el Dr. AUV (huy, tan parecido a AUC..), para quien terrorista es todo aquel que piense distinto... por si las moscas, nos atreveríamos a decir que sí: que aquellos que han aterrorizado a los indefensos enfermos y sus familias negándoles sus derechos y condenándolos a la muerte, por cientos... pero de miles, son TERRORISTAS.

Además, existe terrorismo económico, terrorismo de opinión, terrorismo de terror, etc. En consecuencia, no me queda ya ninguna duda: las EPS y las ARS son terroristas, y de la peor calaña.

Para que no queden dudas de cómo actúan estos terroristas, lo invitamos a Usted, respetado lector a que vea la intervención del Senador Robledo, uno de los pocos que no se roban el sueldo y que trabajan en serio por nuestro país.

Caruma

4 de mayo de 2011

Problemática educativa






Por: ENRIQUE SANTOS MOLANO

Tomado de http://www.eltiempo.com/ 28 de Abril del 2011



"Filo-Abecedario" es el título de un librito gigantesco (no por el tamaño del volumen sino por la calidad del contenido) que acaba de salir gracias a la conjunción de tres de las potencias intelectuales de nuestro país. El Gimnasio Moderno, La Fundación para la Investigación y la Cultura (Fica) y la Asociación Desarrollo Sostenible y Solidario Guaiaie-Madre Tierra. Su autor es un veterano educador, un maestro en todo el milagroso sentido del término, Álvaro Molina Mallarino. El homenajeado, Estanislao Zuleta. Los sujetos del libro, los niños.

'Problemática Educativa. Crítica filosófica' es el subtítulo de 'Filo-Abecedario'. Como saben los que han tenido alguna preocupación por alimentar su cerebro con algo de sustancia, Estanislao Zuleta es, entre los pocos que hemos tenido, uno de los grandes filósofos y pensadores colombianos. Con Agustín Nieto Caballero, Danilo Cruz Vélez, Rubén Sierra Mejía, Daniel Arango, han dejado un acervo de ideas renovadoras, que están ahí, ocultas, como los tesoros que esconden en una cueva los cuarenta ladrones, y que aguardan el Alí Babá que los rescate y los ponga a circular para beneficio y enriquecimiento de todos.

'Filo-Abecedario' cumple esa tarea. Recopila, de la A a la Z, lo más importante del pensamiento de Estanislao Zuleta sobre la educación, la misión del educador, la relación con los educandos. Hasta el presente la educación en Colombia se ha limitado, en lo privado, al negocio pingüe, y en lo público a tratar a los educandos como si se les estuviera dando una limosna, y a los maestros como si fueran delincuentes. El Estado colombiano ha sido incapaz de estructurar una política educativa que enseñe a pensar, analizar e investigar. Se atiborra a los niños de cantidades de libros y de materiales, que a duras penas pueden cargar, y se pretende que los memoricen. Esa técnica no ayuda al conocimiento, pero sí aturde el cerebro. Es la causa eficiente del subdesarrollo y del atraso de las naciones.

A finales del Siglo pasado se constituyó un 'Comité de Sabios', presidido por Gabriel García Márquez, que debía formular recomendaciones para establecer el sistema educativo que trazara la hoja de ruta de Colombia para enfrentar el siglo XXI. Ese Comité formuló sus recomendaciones, que se sintetizan en las palabras del gran novelista, citadas en el prólogo del libro: '...construir una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma...' Una educación 'que canalice hacia la vida la inmensa energía creadora que durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la violencia'.

No se dio nada de eso. Los sucesivos gobiernos terminaron por echar a la basura la recomendación de los sabios y resolvieron inventarse unos planes decenales que sólo han servido para desperdiciar los recursos del Estado, con provecho de unos cuantos vivos. Los últimos diecisiete años han visto crecer la ola de violencia, han visto caer asesinados a cientos de maestros, así como el deterioro de sus condiciones laborales y la pauperización de sus niveles de vida. Y los niños, que deberían estar rodeados de afecto, de tranquilidad, de alegría, no ven a su alrededor sino violencia, miseria, malas noticias.

El miércoles pasado unos cientos de niñas se sentaron a protestar en la 7ª. con 28 contra la reforma educativa que pretende solapadamente privatizar la educación pública. Un grupo de valerosos miembros de la policía las sacó corriendo a punta de gases. ¿Gasear a niñas menores de edad? No era eso lo que recomendaba el Comité de Sabios presidido por García Márquez. Ni mucho menos hacía parte de la concepción filosófica de Estanislao Zuleta, recopilada en 'Filo-Abecederio', un librito gigantesco que bien puede ser la primera piedra en el edificio de la nueva sociedad colombiana del siglo XXI, y cuya portada nos recuerda este pensamiento del filósofo:

'Para poder ser maestro, es necesario amar algo: para poder introducir algo es necesario amarlo. La educación no puede eludir esta exigencia sin la cual su ineficacia es máxima: el amor hacia aquello que se está tratando de enseñar. Además, ese amor no lo puede dar sino quien lo tiene, y en últimas eso es lo que se trasmite. Nadie puede enseñar lo que no ama, aunque se sepa todos los manuales del mundo'.

Lo mismo se aplica al arte de gobernar. Nadie puede gobernar lo que no ama.

2 de mayo de 2011

Los pecados del beato Juan Pablo



Por Cynthia Rodríguez, Roma

Tomado de la Revista Proceso No. 1798, abril 17 de 2011

Si Juan Pablo II merecía o no convertirse en santo, ya poco importa. Con la firma del decreto de beatificación por parte de Benedicto XVI el pasado 14 de enero, presentada por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, para bien o para mal, el próximo 1 de mayo, día de la Solemnidad de la Divina Misericordia, Karol Wojtyla avanzará un paso más hacia la santidad al ser beatificado. Únicamente faltaba la firma del Papa Ratzinger para que el trámite procediera, luego de que los 30 cardenales y obispos que integran dicha congregación aprobaran dos días antes un milagro por intercesión de Juan Pablo II, aunque en marzo pasado su autenticidad aún estaba en duda.

Se trata de la curación de la monja francesa Marie Simon Pierre, que desde 2001 padecía Parkinson, misma enfermedad que sufriera Juan Pablo II en sus últimos años y que ella superó “de manera inexplicable” dos meses después de la muerte del Papa, según las autoridades médicas de la comisión de beatificación.

De que fue uno de los papas más carismáticos que ha tenido la Iglesia Católica, nadie tiene duda. El prestigiado vaticanólogo Marco Politi opina que para millones de personas la beatificación de Juan Pablo II es casi un hecho superfluo, “pues muchos, católicos y no católicos, han reconocido la figura extraordinaria del Papa Wojtyla. Si me preguntas si era importante la beatificación, respondo que no, porque desde mi punto de vista él se convirtió en santo tres días antes de su funeral, cuando 3 millones de personas esperaban en fila hasta 17 horas afuera del Vaticano para despedirse de él”.

Quienes vivían en Roma en 2005 nunca olvidarán aquel 2 de abril, cuando la ciudad se convirtió en un hotel al aire libre para millones de peregrinos y admiradores que aguardaban, muchos de ellos llorando, visitar por último a Juan Pablo II aunque ya no estuviera vivo. Consultado por Proceso, Politi exalta a Juan Pablo II por enviar un mensaje de paz y en defensa de los derechos humanos más allá de la cultura católica, incluyendo a otras expresiones religiosas y dando a entender que Dios, más que una religión, es una dignidad. “Fue el primer Papa en la historia que entró a una sinagoga y a una mezquita; en juntar a muchos líderes religiosos y reconocerlos como tales, como una manera de superar los conflictos entre religiones, porque mucho tiempo de su vida loempeñó en combatir el fundamentalismo y en decir que el terrorismo nada tenía quever con Dios.”

Juan Pablo II, continúa Politi, abrió las ventanas más inesperadas en la historia del catolicismo: “Fue el primer jerarca en criticar el capitalismo, al que llamó ‘monstruo’. No en balde fue llamado en la iglesia como ‘el último socialista’”. De acuerdo con la biografía de Karol Wojtyla, su confrontación con el comunismo fue muy antigua, desde los tiemposque era maestro en la Facultad de Teología de Cracovia (1954). Ya como Papa, no escatimó esfuerzos para lograr que el régimen comunista de Polonia cayera. Fue estrechísima su relación con el sindicato Solidaridad, la primera organización independiente del bloque socialista, fundada y dirigida por Lech Walesa.

Desde su primera encíclica (Redemptor hominis, de 1979) y su primer documento social (Laborem exercens, de 1981), Wojtyla comenzó una incesante labor de socavamiento del comunismo, al que criticó no desde la vertiente religiosa, como su ateísmo o la persecución de los cristianos, sino desde aspectos antropológicos y sociales, como sistema injusto que alienaba al ser humano. De ahí que muchos historiadores suscriban que JuanPablo II colaboró en la caída del bloque socialista.


La “mafia” eclesiástica

Hasta las víctimas de la pedofilia de los sacerdotes católicos reconocen el gran carisma de Wojtyla, pero lo acusan de mantener a salvo durante años a sacerdotes que abusaban de niños. Francesco Zanardi, presidente de la Asociación Víctimas de la Pedofilia en Italia y él mismo una víctima de abuso sexual de un sacerdote, comentó a esta reportera que es muy difícil pensar que Juan Pablo II, junto con su brazo derecho Joseph Ratzinger, no estuviera enterado de los miles de casos de pedofilia que se registraron en todo el mundo antes del año 2000, cuando comenzaron a estallar los escándalos.

--“¡Por caridad!, el Papa Juan Pablo II fue un hombre muy carismático, eso nadie se lo quita, pero de que él y su sucesor sabían perfectamente de todos estos hechos, no nos queda duda. Tampoco dudamos de que la beatificación la hayan querido hacer deprisa para dejar de lado todos los cuestionamientos al respecto”, señala Zanardi. Dice que tan sólo en su ciudad, Savona –capital de la región italiana de Liguria–, en los últimos 30 años decenas de seminaristas se escaparon a otras sedes o renunciaron a su carrera eclesiástica. “¿Qué era lo que veían todos ellos para no querer estar más aquí? Te lo digo yo: porque aquí tenemos registrados 150 de los 300 casos de abusos sexuales contra niños por parte de sacerdotes, que se reconocen como ciertos en Italia”.

Agrega que el exobispo de Savona, Domenico Calcagno, hoy secretario de APSA (la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica), promovió y escondió mucho antes del año 2000 a obispos acusados de pedofilia. Ese año Juan Pablo II reconoció por primera vez “los pecados de la Iglesia” y pidió perdón por ellos. Los casos de Savona sólo son una muestra de lo que ha sucedido en todo el mundo. Tan sólo en Irlanda, al menos 2 mil 500 niños padecieron abusos de sacerdotes entre 1930 y 1960, y específicamente en Dublín, de 1975 a 2004, se registraron otros 320. Para las víctimas no hay todavía un cambio real, dice Zanardi, pues a pesar de que el Papa Ratzinger ha declarado que los pedófilos deberán enfrentar las leyes de los hombres, al menos en Italia la Iglesia católica sigue escondiendo las pruebas de estos delitos, lo que implica seguir protegiendo a los pedófilos.

Esto demuestra que las autoridades eclesiásticas en estos asuntos “se comportan como una verdadera mafia. Además de que en muchos casos, los delitos ya prescribieron, porque sólo duran 10 años y hay que tomar en cuenta que si muchos delitos hoy se saben, ha sido porque los denunciantes crecimos y decidimos hacerlos públicos”.

Politi opina que a Juan Pablo II se le ocultó información al respecto. Aunque reconoce la cercanía del próximo santo con los Legionarios de Cristo y el Opus Dei, dice que con la información que tiene “no se atreve” a decir con toda seguridad que Juan Pablo II sabía, por ejemplo, de las atrocidades de Marcial Maciel.


“Una visión dogmática”...

En la edición 1374 de este semanario (2 de marzo de 2003) se narra con detalle cómo el 9 de octubre de 2002, en Ginebra, Suiza, ocho personas que fueron víctimas de Maciel presentaron sus quejas en la sede del Comité de los Derechos del Niño y de la Juventud de las Naciones Unidas. Un día antes habían hecho lo mismo en el Vaticano, donde además ofrecieron una conferencia de prensa sobre los abusos que padecieron en su niñez.

En aquella ocasión José Barba-Martín, quien con Arturo Jurado es representante legal del grupo, dijo entonces a Proceso: “Pese a todas nuestras pruebas, el Vaticano no quiso abrir un proceso canónico contra Marcial Maciel. No nos escuchó. Por eso nos vimos obligados a acudir a la ONU. Y hoy los casos de abuso sexual de Maciel no son toda la cuestión: está también el encubrimiento del Vaticano a un delincuente. Esto en sí mismo es un hecho delictivo. Hasta el Papa lo protege, además de que viola los acuerdos firmados con la ONU en materia de protección de los derechos de la niñez.” Los otros integrantes de este grupo que inició la lucha legal contra el Vaticano son Arturo Jurado Guzmán, Félix Alarcón Hoyos, Saúl Barrales Arellano, Fernando Pérez Olvera, Alejandro Espinosa Alcalá, José Antonio Pérez Olvera y Juan José Vaca Rodríguez.

A pesar de ello, Politi insiste: “Creo verdaderamente que sus colaboradores no le pasaban la información completa (a Juan Pablo II)... Sin embargo, también creo que se deben investigar a fondo cada uno de los casos que el mismo Ratzinger ha querido ocultar al no permitir, hasta ahora, que se abran los archivos. A diferencia de países como Estados Unidos, Alemania, Bélgica y Austria, donde los obispos se han mostra do más independientes y han creado fiscalías para investigar los casos, en Italia esto todavía no sucede”. Admite: “Hoy la política del Vaticano es seguir teniendo secretos, pues el Papa Ratzinger no ha tenido el valor de informar ni ha querido confrontarse”.

–Si se le pudieran atribuir a Juan Pablo II algunos pecados, ¿cuáles podrían ser? –se le plantea a Politi. Piensa cinco segundos y contesta con mucha seguridad: –Una visión todavía muy dogmática en el campo de la moral sexual; haberdefinido al aborto como holocausto; haber tenido mucha simpatía por las mujeres, pero no haber entendido la revolución feminista; el que haya sido demasiado tradicionalista; y haber confiado demasiado en Joseph Ratzinger como prefecto de la doctrina de la fe. --“Creo que Juan Pablo II debe verse como la gran figura histórica que fue. Obviamente fue un hombre con muchos errores, pero también creo que con muchos aciertos, como haber sido, entre otras cosas, un gran líder geopolítico, que por ejemplo se negó rotundamente a la guerra de George Bush contra Irak y (en cambio se encargó) de pasar el mensaje de que no era una guerra cristiana contra el Islam.”

Según Politi, diplomáticos del Vaticano cabildearon en la Unión Europea y América Latina –incluso en México y Chile– para que, el 1 de marzo de 2003, Estados Unidos no obtuviera respaldo en la ONU para atacar Irak. Sin embargo, las crónicas de prensa de aquel año muestran que el gobierno estadunidense evitó la votación porque sabía que no había consenso favorable en el Consejo de Seguridad y decidió invadir al país asiático por su cuenta.

A Gianni Novelli, un exponente de la Teología de la Liberación, la beatificación de Juan Pablo II le parece un procedimiento burocrático y no lo entusiasma. Wojtyla combatió abiertamente esta corriente católica para privilegiar a gruposultraconservadores como el Opus Dei y los Legionarios de Cristo. Incluso al arzobispo salvadoreño Óscar Arnulfo Romero se le negó la posibilidad de canonización con el pretexto de que podría ser utilizado por extremistas de izquierda. Lo máximo que lograron sus defensores fue que se le reconociera como “siervo de Dios”, pero era público que Juan Pablo II no simpatizaba con las causas en las que se comprometió monseñor Romero y a causa de las cuales fue asesinado.

“Yo por eso hablo de ‘las teologías de la liberación’: además de la americana, están la africana, la afrobrasileña, la ecologista y la indígena, que tiene a la Virgen de Guadalupe. El mismo Leonardo Boff (uno de los más destacados representantes de esta corriente) apoyó la teología ambientalista, pues lo que en el fondo se busca es enfrentar los nuevos retos, siempre de acuerdo con el Evangelio. Como Juan Pablo II luchó contra quienes hemos creído en ello, no puedo ser un admirador más de él”, concluye Novelli.

“A mí lo que haga la Iglesia o lo que deje de hacer me importa ya muy poco; la beatificación de Juan Pablo II para muchos es un insulto”, asegura María Paz Venturelli, hija de Omar Venturelli, un cura ítalo-chileno que apoyaba a los indígenas mapuches y por ello fue obligado a dejar el sacerdocio. Venturelli se convirtió en profesor universitario, se casó y tuvó una hija. El 4 de octubre de 1973 fue detenido por los militares golpistas, que lo desaparecieron. Su hija no puede olvidar la cercanía de Wojtyla con Augusto Pinochet, misma que a su juicio ayudó a éste para evadir la ley durante años. En 1987 el Papa visitó Chile y se asomó al balcón del Palacio de la Moneda con Pinochet, gesto que lastimó a las víctimas de las dictaduras en el mundo. María Paz difícilmente olvidará la rabia que sintió el 16 de marzo pasado, al enterarse de la liberación de Alfonso Podlech, quien fuera el procurador militar de Pinochet. Contra él había 140 órdenes de aprehensión por la Operación Cóndor, y después reconoció haber participado en la tortura y la desaparición de varios detenidos, entre ellos Omar Venturelli.

Detenido en Madrid en 2009 por una orden del juez español Baltasar Garzón, Pinochet fue trasladado a la cárcel de Rebibbia, en Roma. María Paz –“Pacita”, como le dicen en Bolonia, donde emigró con su mamá después de la desaparición de su padre– comenta que Podlech fue liberado una semana después de que el presidente derechista chileno Sebastián Piñera realizara una gira en Italia. Agrega que el mandatario es sobrino del exarzobispo chileno Bernardino Piñera, muy cercano a Podlech. Dos días después, Podlech fue detenido cuando planeaba escapar y ahora está de nuevo en la cárcel. Se prevé que a finales de este mes se le dicte sentencia final.

La beatificación de Karol Wojtyla está en puerta, pero como dijo ya José Barba, una de las víctimas de Marcial Maciel, “el Papa puede pasar a la historia como un encubridor”.